RESUMEN DE LECTURAS OBLIGATORIAS

Hemorragia Postparto

La hemorragia postparto (HPP) es una de las complicaciones más graves que pueden surgir tras el parto, definida como una pérdida de sangre acumulativa de 1,000 mL o más, o una pérdida de sangre que presenta signos de hipovolemia dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento. A pesar de que la mortalidad materna ha disminuido desde finales de la década de 1980, la HPP sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna, especialmente en los Estados Unidos, donde su incidencia ha aumentado, en gran parte debido a las tasas crecientes de atonía uterina.

Causas y Factores de Riesgo

Las causas más comunes de HPP son:

  • Atonía Uterina: Representa entre el 70-80% de los casos de HPP. Se refiere a la incapacidad del útero para contraerse adecuadamente después del parto, lo que resulta en un sangrado significativo.
  • Retención de Placenta: La retención de fragmentos placentarios puede provocar hemorragias significativas si no se maneja adecuadamente. Esto puede ocurrir si la placenta no se expulsa completamente durante el parto.
  • Hematomas en el Tracto Genital: Pueden desarrollarse tras el parto y contribuir a la pérdida de sangre. Estos hematomas pueden ser el resultado de lesiones en los vasos sanguíneos durante el parto.

Los factores de riesgo asociados con la HPP incluyen:

  • Trabajo de parto prolongado.
  • Corioamnionitis (infección del líquido amniótico).
  • Antecedentes de HPP.

Sin embargo, es importante destacar que muchas mujeres sin estos factores de riesgo también pueden experimentar HPP, lo que subraya la necesidad de una vigilancia constante.

Manejo y Tratamiento

El manejo de la HPP es complejo y requiere un enfoque multidisciplinario. Las estrategias de tratamiento incluyen:

1. Manejo Inicial

  • Uterotónicos: Medicamentos como la oxitocina se utilizan para estimular la contracción uterina y reducir el sangrado. La administración de uterotónicos es fundamental en el manejo inicial de la HPP.
  • Masaje Uterino: Se utiliza para ayudar a contraer el útero y detener el sangrado. Este procedimiento se realiza manualmente y puede ser muy efectivo.
  • Tamponamiento Intrauterino: Puede incluir el uso de dispositivos como globos de Bakri, que se insertan en el útero para aplicar presión y controlar el sangrado.

2. Intervenciones Quirúrgicas

Suturas de Compresión Uterina: Técnicas como la sutura B-Lynch se utilizan para comprimir el útero y reducir el flujo sanguíneo, con tasas de éxito del 60-75%. Estas suturas son una opción valiosa cuando los métodos médicos no son suficientes.

Histerectomía: Se considera en casos severos donde las medidas conservadoras han fallado. Aunque es efectiva, conlleva riesgos significativos, como lesiones en la vejiga y los uréteres.

3. Embolización de Arteria Uterina

Una opción mínimamente invasiva para pacientes hemodinámicamente estables con sangrado persistente. Este procedimiento tiene una tasa de éxito media del 89% y puede ser una alternativa a la cirugía.

4. Protocolo de Transfusión Masiva

En casos severos, se recomienda un enfoque de transfusión con una proporción fija de glóbulos rojos, plasma fresco congelado y plaquetas (idealmente 1:1:1) para prevenir coagulopatías. Este protocolo es crucial para manejar la hemorragia de manera efectiva.

Hemorragia Postparto Secundaria

La hemorragia postparto secundaria, que ocurre más de 24 horas después del parto, puede ser causada por atonía uterina, productos retenidos de la concepción e infecciones. La gestión es crucial, especialmente para pacientes que rechazan productos sanguíneos, como los Testigos de Jehová, quienes enfrentan un riesgo significativamente mayor de mortalidad materna por hemorragia.

Importancia de Protocolos Estandarizados

El documento enfatiza la necesidad de implementar protocolos de atención estandarizados y realizar evaluaciones de riesgo exhaustivas para mejorar los resultados en mujeres en riesgo de HPP. La educación continua y la adaptación de prácticas basadas en nueva evidencia son esenciales para la atención obstétrica segura.

Conclusiones

El manejo de la HPP es un proceso multifacético que requiere una combinación de intervenciones médicas y quirúrgicas adaptadas a las necesidades y situaciones clínicas de cada paciente. La identificación temprana y la intervención son fundamentales para mejorar los resultados maternos. La formación regular y los simulacros para los equipos de atención médica pueden mejorar la preparación y la respuesta ante eventos hemorrágicos, lo que es crucial para la seguridad materna durante el parto.

Referencias y Estudios Relacionados

El documento también incluye una lista exhaustiva de estudios y artículos relacionados con la salud materna, específicamente centrados en la hemorragia postparto y las complicaciones asociadas. Se presentan referencias a diversas técnicas e intervenciones para manejar la morbilidad materna severa, como las suturas de compresión uterina, la ligadura de arterias uterinas y el uso de ácido tranexámico. Los estudios están categorizados por niveles de evidencia, que van desde el Nivel I (ensayos controlados aleatorios de alta calidad) hasta el Nivel III (informes de casos y opiniones de expertos).

En resumen, la hemorragia postparto es una complicación crítica que requiere un enfoque integral y basado en la evidencia para su manejo efectivo, con el objetivo de mejorar la seguridad y los resultados para las mujeres durante y después del parto.


Partograma modificado de la OMS en la sala de partos: una iniciativa de mejora de la calidad para detectar problemas, desafíos y soluciones

En el contexto de la atención obstétrica, el uso del partograma es fundamental para el monitoreo efectivo del trabajo de parto y la identificación temprana de complicaciones. Un estudio de mejora de calidad (QI) se llevó a cabo en el Instituto de Ciencias Médicas de All India (AIIMS) en Patna, con el objetivo de aumentar el uso del partograma modificado de la OMS en la sala de partos del 25% al 90% en un período de seis meses. Este esfuerzo se enmarca dentro de la necesidad de mejorar la calidad de la atención durante el parto y optimizar los resultados maternos y neonatales.

Metodología

El equipo de investigación inició el proceso con un análisis de causa raíz, utilizando diagramas de espina de pescado para identificar los obstáculos que limitaban el uso efectivo del partograma. A partir de este análisis, se implementaron múltiples ciclos de Plan-Do-Study-Act (PDSA) para abordar los desafíos identificados. Las estrategias clave que se llevaron a cabo incluyeron:

  • Creación de un Área de Triaje: Se estableció un área de triage para permitir evaluaciones oportunas de las mujeres en trabajo de parto, facilitando la identificación rápida de aquellas que necesitaban atención inmediata.
  • Capacitación del Personal: Se realizó un programa de capacitación dirigido a residentes e internos, con el fin de mejorar su conocimiento y habilidades en el uso del partograma. Esta capacitación fue crucial para asegurar que el personal estuviera bien preparado para utilizar la herramienta de manera efectiva.
  • Establecimiento de una Política Escrita: Se formalizó el uso del partograma mediante la creación de una política escrita que establece su obligatoriedad en el departamento de obstetricia, asegurando así un enfoque estandarizado en la atención.
  • Adjunto a Historias Clínicas: Se implementó un sistema para garantizar que los partogramas estuvieran adjuntos a los archivos de los pacientes desde el inicio del trabajo de parto, lo que facilitó su uso y seguimiento.

Resultados

Las intervenciones implementadas resultaron en un aumento significativo en el uso del partograma, alcanzando un 92%. Este incremento no solo demuestra la efectividad de un enfoque estructurado de mejora de calidad, sino que también resalta la importancia de la capacitación y la estandarización en la atención del trabajo de parto. Además, se instituyeron auditorías regulares para monitorear el uso del partograma y mantener las mejoras a largo plazo.

Desafíos Identificados

  • Durante el estudio, se identificaron varios desafíos que limitaban el uso del partograma, entre los cuales se incluyen:
  • Disponibilidad del Partograma: La falta de acceso inmediato a los formularios de partograma.
  • Limitaciones de Tiempo: La presión del tiempo durante el trabajo de parto que dificultaba la documentación adecuada.
  • Escasez de Personal: La insuficiencia de personal capacitado para manejar el volumen de pacientes.
  • Conocimiento Limitado: La falta de familiaridad del personal con el uso del partograma.
  • Falta de Capacitación Adecuada: La necesidad de formación continua para el personal de salud.
  • Confusión de Roles: La ambigüedad en las responsabilidades del personal de salud en relación con el uso del partograma.

Conclusiones

Aunque el estudio no evaluó directamente el impacto de estas mejoras en los resultados maternos y neonatales, subrayó la importancia de la capacitación regular, las auditorías y la superación de barreras a través de esfuerzos de mejora de calidad. Se concluye que un enfoque sistemático puede mejorar significativamente la adherencia a las prácticas de monitoreo del trabajo de parto.

Recomendaciones

  • Para asegurar la sostenibilidad de los resultados obtenidos, se sugieren las siguientes acciones:
  • Continuar con la Capacitación: Mantener programas de formación y actualización para el personal de salud sobre el uso del partograma.
  • Realizar Auditorías Periódicas: Implementar auditorías regulares para evaluar y asegurar el uso continuo del partograma en la práctica clínica.
  • Investigar el Impacto en Resultados de Salud: Llevar a cabo estudios adicionales para evaluar las implicaciones más amplias de estas mejoras en los resultados de salud materna y neonatal.

Este estudio resalta la efectividad de un enfoque sistemático en la mejora de la calidad de la atención en el trabajo de parto y la importancia de la implementación de herramientas de monitoreo adecuadas para optimizar la atención obstétrica.


SISTEMA INFORMATICO PERINATAL
HISTORIA CLINICA PERINATAL

El presente documento, emitido por el Centro Latinoamericano de Perinatología / Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), presenta el Sistema Informático Perinatal (SIP), con especial énfasis en la Historia Clínica Perinatal (HCP). El SIP es una herramienta estandarizada para registrar información clínica durante el embarazo, parto y puerperio, con el fin de mejorar la calidad de la atención materno-neonatal en América Latina y el Caribe.

Introducción 

El SIP fue desarrollado en 1983 por el CLAP/SMR y desde su creación ha sido implementado y actualizado en varios países de la región. Su propósito principal es apoyar la toma de decisiones clínicas y el monitoreo de indicadores de salud materno-infantil. La Historia Clínica Perinatal (HCP), el componente clave del SIP, recopila datos desde la primera consulta prenatal hasta el alta del recién nacido y la madre. Además, incluye formularios complementarios como el Carné Perinatal, el Formulario de Aborto, el Partograma, la Historia Clínica de Hospitalización Neonatal y la Planilla Diaria Neonatal.

Los objetivos específicos del SIP son:

  • Estandarizar la recolección de datos y mejorar la comunicación entre los diferentes niveles de atención.
  • Facilitar auditorías clínicas y el seguimiento de la calidad de la atención.
  • Impulsar la capacitación del personal de salud mediante registros uniformes.
  • Posibilitar la investigación epidemiológica y operativa.
  • Generar estadísticas confiables a nivel local y regional.

La última versión del SIP permite la impresión automática de informes completos mediante el programa SIP2010, optimizando así el acceso a la información clínica.

Contenido del Manual 

El manual incluye definiciones de términos, explicaciones sobre la relevancia de cada variable y guías para una correcta recolección de datos. La HCP está dividida en secciones, cada una dedicada a un aspecto específico: la gestante, el parto, el recién nacido y el puerperio.

Secciones de la Historia Clínica Perinatal (HCP)

Identificación Registra los datos demográficos de la paciente:

  • Nombre y apellidos
  • Domicilio y localidad
  • Teléfono de contacto
  • Fecha de nacimiento y edad
  • Etnia
  • Nivel educativo alcanzado
  • Estado civil
  • Lugar de control prenatal y parto/aborto
  • Número de identidad o historia clínica
El registro de la etnia ayuda a evaluar desigualdades en el acceso a la salud en poblaciones indígenas, afrodescendientes y mestizas.

Antecedentes familiares, personales y obstétricos 
Aquí se registran condiciones médicas relevantes en la familia y la paciente, incluyendo:
  • Enfermedades familiares como diabetes, hipertensión o preeclampsia.
  • Antecedentes personales, como cirugías gineco-obstétricas, infertilidad, enfermedades cardíacas, nefropatías, violencia o VIH.
  • Historia obstétrica, incluyendo el número de gestaciones previas, partos vaginales y cesáreas, abortos, nacidos vivos y fallecidos, y embarazos ectópicos.
Además, se registra si el embarazo fue planeado y si hubo fracaso en un método anticonceptivo.

Gestación Actual Se registra información clave sobre el embarazo actual, como:
  • Peso y talla pregestacional (para evaluar el estado nutricional).
  • Fecha de la última menstruación (FUM) y edad gestacional (EG), calculada por FUM o ecografía.
  • Factores de riesgo como la edad materna (<15 o >35 años), embarazos múltiples o antecedentes de abortos recurrentes.
  • Vacunación materna y pruebas prenatales para infecciones como sífilis, VIH, toxoplasmosis y estreptococo del grupo B.
  • Consejería en lactancia materna y preparación para el parto.
Admisión por Parto Registra datos sobre el ingreso hospitalario de la gestante, tales como:
  • Edad gestacional al ingreso.
  • Condiciones maternas (presión arterial, fiebre, hemorragia).
  • Detalles del trabajo de parto: ingreso espontáneo o inducido, rotura de membranas, presentación fetal, monitorización del bienestar fetal.
  • Uso de anestesia, episiotomía, partograma y acompañante durante el parto.
Recién Nacido Se registra información esencial sobre el neonato:
  • Sexo, peso, talla y perímetro cefálico.
  • Edad gestacional estimada y adecuación del peso.
  • Apgar al minuto y a los 5 minutos.
  • Necesidad de reanimación y tipo de asistencia.
  • Defectos congénitos detectados al nacimiento.
  • Pruebas neonatales (tamizaje metabólico, auditivo, inmunizaciones).
  • Alimentación al alta (lactancia materna exclusiva, mixta o artificial).
Puerperio y Egreso Materno Evalúa la salud de la madre después del parto, incluyendo:
  • Estado general y signos de alarma.
  • Métodos anticonceptivos ofrecidos y elegidos.
  • Mortalidad materna y causa en caso de fallecimiento.
Egreso del Recién Nacido Registra:
  • Condición al alta (vivo, fallecido, trasladado).
  • Destino del neonato (con madre, familiares, adopción, institucionalización).
  • Edad y peso al alta.
  • Necesidad de oxígeno en el hogar.
  • Seguimiento neonatal recomendado (oftalmológico, pediátrico, audiológico, psicosocial).
Formularios Complementarios

Historia Clínica de Hospitalización Neonatal 

Utilizada en recién nacidos hospitalizados en unidades de neonatología, cubre temas como:
  • Transporte neonatal.
  • Patologías y tratamientos.
  • Crecimiento y evolución del neonato.
  • Seguimiento y egreso hospitalario.
Planilla Diaria Neonatal Formato para el registro de cuidados en UCIN, incluyendo:
  • Controles de signos vitales.
  • Medicación administrada.
  • Balance hídrico y nutrición parenteral.
  • Necesidad de ventilación asistida y fototerapia.
Formulario para Mujeres en Situación de Aborto 
  • Registra datos epidemiológicos y clínicos sobre abortos, diferenciando entre espontáneos e inducidos.
Importancia del SIP en la Salud Pública 

El SIP facilita la consolidación de datos a nivel nacional y regional, apoyando la vigilancia epidemiológica y la evaluación de programas perinatales. Su implementación contribuye a la reducción de la mortalidad materno-infantil y mejora la calidad de la atención obstétrica y neonatal en la región.

Por último el Sistema Informático Perinatal (SIP) y su Historia Clínica Perinatal (HCP) son herramientas esenciales para mejorar la atención materno-infantil en América Latina y el Caribe, permitiendo la recolección, análisis y uso eficiente de datos clínicos en diversos niveles de atención.


Opinión del Comité Nº 712: Manejo intraparto de la infección intraamniótica

El presente documento, Opinión del Comité ACOG n.° 712: Manejo intraparto de la infección intraamniótica, proporciona directrices integrales para el manejo de la infección intraamniótica (IAI), también conocida como corioamnionitis, durante el parto. Esta afección implica la infección e inflamación del líquido amniótico, la placenta, el feto, las membranas fetales o la decidua, y se asocia con una morbilidad materna y neonatal significativa.

Recomendaciones clave:

1. Diagnóstico de la infección intraamniótica
  • Fiebre materna aislada: Se define como una temperatura oral única de 39 °C o superior, o una temperatura oral de 38-38,9 °C que persiste después de 30 minutos.
  • Sospecha de IIA: Incluye fiebre materna intraparto junto con uno o más de los siguientes síntomas: leucocitosis materna, secreción cervical purulenta o taquicardia fetal.
  • Insuficiencia Intrauterina (II) Confirmada: Basada en pruebas positivas de líquido amniótico (p. ej., tinción de Gram, nivel de glucosa o resultados de cultivo) o patología placentaria que demuestre evidencia histológica de infección o inflamación.
2. Manejo de la IIA Sospechosa o Confirmada
  • Antibióticos: Se recomienda el uso de antibióticos intraparto para reducir la bacteriemia, la neumonía y la sepsis neonatales, así como la morbilidad febril materna y la duración de la hospitalización.
  • Manejo del Trabajo de Parto: Asegurar la correcta evolución del trabajo de parto, ya que la IIA se asocia con trabajo de parto disfuncional. La conducción del trabajo de parto prolongado puede ser apropiada, a menos que esté contraindicada.
  • Consideraciones sobre el Parto: La IIA por sí sola no es una indicación para una cesárea; la vía de parto debe basarse en las indicaciones obstétricas estándar.
3. Manejo de la Fiebre Materna Aislada
  • Incluso en ausencia de otros signos clínicos, la fiebre intraparto aislada se asocia con malos resultados neonatales.
  • Se deben considerar los antibióticos a menos que se identifique una fuente no infecciosa.
  • La comunicación con el equipo de atención neonatal es esencial para una evaluación y un manejo adecuados.
4. Recomendaciones posparto
  • Parto vaginal: Los antibióticos posparto no son obligatorios automáticamente a menos que existan factores de riesgo de endometritis.
  • Parto por cesárea: Se recomienda al menos una dosis adicional de antibióticos posparto.
  • Extensión del tratamiento: Debe basarse en factores de riesgo como bacteriemia o fiebre persistente.
5. Implicaciones neonatales
  • Los neonatos de madres con sospecha o confirmación de IIA deben recibir estudios de laboratorio y tratamiento antibiótico empírico.
  • Es necesaria una vigilancia clínica reforzada, y la comunicación con los cuidadores neonatales al nacer es crucial.
Estas directrices tienen como objetivo minimizar la morbilidad y la mortalidad tanto de las madres como de los recién nacidos, garantizando un tratamiento oportuno y adecuado de la infección intraamniótica durante el parto.


PROTOCOLO: DEFECTOS DEL CRECIMIENTO FETAL- PROTOCOLS MEDICINA MATERNO FETAL HOSPITAL CLÍNIC- HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU-
UNIVERSITAT DE BARCELONA
Este protocolo ofrece una guía detallada para la evaluación y manejo de los fetos con crecimiento fetal restringido (CFR) o pequeños para su edad gestacional (PEG).​

Definiciones Clave
  • Feto pequeño para edad gestacional (PEG): Peso fetal estimado (PFE) entre el percentil 3 y el 10 para la edad gestacional, con flujo Doppler normal.​
  • Crecimiento fetal restringido (CFR): Se define por: PFE inferior al percentil 3, o PFE inferior al percentil 10 con alteración en el flujo cerebro-umbilical o en las arterias uterinas.​
Diagnóstico

1. Evaluación clínica
Medición de la altura uterina a partir de las 26 semanas de gestación. Si la altura uterina es inferior al percentil 10 para la edad gestacional y no se dispone de una estimación de peso fetal en las dos semanas previas, se requiere una estimación ecográfica del peso fetal.​

2. Evaluación ecográfica
  • Determinación de la edad gestacional mediante la primera ecografía.​
  • Estimación del PFE utilizando algoritmos que incluyen diámetros biparietales (DBP), perímetro cefálico (PC), longitud femoral (LF) y perímetro abdominal (PA).​
  • Cálculo del percentil de tamaño fetal ajustado por edad gestacional, considerando el sexo fetal y el número de fetos.​
3. Estudio Doppler
  • Evaluación del flujo en la arteria umbilical (AU), la arteria cerebral media (ACM) y las arterias uterinas (AUt).​
  • Cálculo del índice cerebroplacentario (ICP): relación entre el índice de pulsatilidad de la ACM y la AU.​
  • Realización de una exploración anatómica detallada.​
  • Medición de la presión arterial materna y análisis de laboratorio, incluyendo perfil hepático y renal, y estudio del cociente proteínas/creatinina en orina fresca.​
  • En casos seleccionados, se recomienda estudio genético en líquido amniótico, especialmente en casos de CFR severo o con anomalías ecográficas asociadas.​
Clasificación de la severidad
  • Se clasifica el CFR en función de la severidad, considerando parámetros como la alteración en el flujo Doppler y la presencia de anomalías estructurales.​
  • Se establecen criterios para la monitorización y la toma de decisiones clínicas, incluyendo la posible finalización de la gestación según la severidad del caso.​
Recomendaciones adicionales
  • En casos de CFR severo, se sugiere la realización de una ecografía transfontanelar neonatal para evaluar posibles alteraciones neurológicas.​
  • Se recomienda la monitorización fetal continua y la evaluación periódica de la función placentaria.​
  • En situaciones de incertidumbre diagnóstica, se enfatiza la importancia de la colaboración multidisciplinaria y la toma de decisiones compartida con la paciente.​
Este protocolo es una herramienta esencial para los profesionales de la salud en la gestión de embarazos complicados por restricción del crecimiento fetal, proporcionando un enfoque estructurado y basado en la evidencia para la evaluación y manejo de estos casos.


Hipertensión gestacional y preeclampsia
Boletín de Prácticas de la ACOG, Número 222

Este boletín ofrece directrices actualizadas para el diagnóstico, manejo y prevención de estos trastornos hipertensivos en el embarazo.​

Definiciones
  • Hipertensión gestacional: Presencia de hipertensión (≥140/90 mm Hg) diagnosticada después de las 20 semanas de gestación sin proteinuria.
  • Preeclampsia: Hipertensión acompañada de proteinuria o signos de disfunción orgánica (como afectación renal, hepática, hematológica o neurológica).​
Diagnóstico
  • La hipertensión se define como una presión arterial sistólica ≥140 mm Hg o diastólica ≥90 mm Hg, medida en dos ocasiones con al menos 4 horas de diferencia.
  • La preeclampsia se diagnostica en mujeres con hipertensión y al menos uno de los siguientes:
  1. Proteinuria (≥300 mg en orina de 24 horas o relación proteína/creatinina ≥0.3)
  2. Disfunción orgánica (renal, hepática, hematológica o neurológica)
  3. Edema pulmonar o insuficiencia respiratoria
  4. Dolor epigástrico o en el cuadrante superior derecho
  5. Cefalea persistente o alteraciones visuales​
Manejo

Hipertensión gestacional:
  • Monitoreo ambulatorio de la presión arterial.
  • Evaluación de la función renal y hepática.
  • Consideración de la inducción del parto si la hipertensión persiste o empeora.
Preeclampsia leve:
  • Monitoreo hospitalario o ambulatorio, dependiendo de la severidad.
  • Consideración de la inducción del parto a las 37 semanas de gestación.
Preeclampsia severa:
  • Hospitalización con monitoreo continuo.
  • Administración de sulfato de magnesio para prevención de eclampsia.
  • Inducción del parto o cesárea según la condición materna y fetal.​
Prevención
  • Aspirina: Uso de aspirina a dosis bajas (81 mg/día) en mujeres con alto riesgo de preeclampsia, comenzando entre las 12 y 16 semanas de gestación y continuando hasta el parto.
  • Calcio: Suplementación con calcio en mujeres con ingesta insuficiente, especialmente en áreas con deficiencia.​
Consideraciones adicionales:
  • La preeclampsia puede progresar rápidamente; por lo tanto, es esencial una vigilancia estrecha.
  • El tratamiento definitivo para la preeclampsia es el parto.
  • Las mujeres con antecedentes de preeclampsia tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión y enfermedades cardiovasculares en el futuro.​
Este boletín proporciona una guía integral para la gestión de la hipertensión gestacional y la preeclampsia, con el objetivo de mejorar los resultados maternos y fetales.


Restricción del crecimiento fetal
Boletín de Prácticas de la ACOG, Número 227

Este boletín proporciona directrices actualizadas para el diagnóstico, manejo y prevención de la restricción del crecimiento fetal (RCF), también conocida como restricción del crecimiento intrauterino (RCIU).

Definición
La RCF se refiere a un feto que no alcanza su potencial genético de crecimiento debido a factores patológicos. Se caracteriza por un peso fetal estimado (PFE) inferior al percentil 10 para la edad gestacional, con o sin anomalías en los flujos Doppler.​

Diagnóstico
  • Ecografía: Determinación de la edad gestacional y estimación del PFE.
  • Doppler: Evaluación del flujo en la arteria umbilical, cerebral media y arterias uterinas.
  • Otros estudios: Análisis de laboratorio, evaluación de la función renal y hepática, y monitoreo de la presión arterial materna.​
Clasificación
  • RCF leve: PFE entre el percentil 3 y el 10.
  • RCF severa: PFE inferior al percentil 3.​
Manejo

RCF leve:
  • Monitoreo ecográfico y Doppler periódicos.
  • Evaluación de la función placentaria.
  • Consideración de la inducción del parto si hay deterioro en el bienestar fetal.
RCF severa:
  • Hospitalización con monitoreo continuo.
  • Administración de corticosteroides prenatales si el parto es inminente antes de las 34 semanas.
  • Consideración de sulfato de magnesio para neuroprotección fetal si el parto es antes de las 32 semanas.
  • Inducción del parto o cesárea según la condición materna y fetal.​
Prevención
  • Aspirina: Uso de aspirina a dosis bajas (81 mg/día) en mujeres con alto riesgo de RCF, comenzando entre las 12 y 16 semanas de gestación y continuando hasta el parto.
  • Calcio: Suplementación con calcio en mujeres con ingesta insuficiente, especialmente en áreas con deficiencia.​
Consideraciones adicionales
  • La RCF puede progresar rápidamente; por lo tanto, es esencial una vigilancia estrecha.
  • El tratamiento definitivo para la RCF es el parto.
  • Las mujeres con antecedentes de RCF tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión y enfermedades cardiovasculares en el futuro.​
Este boletín proporciona una guía integral para la gestión de la restricción del crecimiento fetal, con el objetivo de mejorar los resultados maternos y fetales.

PROTOCOLO: INFECCIONES TORCH Y GESTACIÓN - PROTOCOLS MEDICINA MATERNOFETAL HOSPITAL CLÍNIC- HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU-UNIVERSITAT DE BARCELONA

​El protocolo “Infecciones TORCH y gestación” del Centre de Medicina Fetal i Neonatal de Barcelona, proporciona directrices detalladas para el diagnóstico, manejo y prevención de infecciones que pueden afectar al feto durante el embarazo.

1. Toxoplasmosis
  • Patógeno: Toxoplasma gondii, un parásito protozoario.
  • Transmisión: Principalmente por ingestión de carne cruda o poco cocida; también a través de agua o tierra contaminada.
  • Riesgo de transmisión vertical: Aumenta con la edad gestacional; 5% antes de las 12 semanas, 15% entre 12 y 16 semanas.
  • Diagnóstico: Serología materna (IgG e IgM).
  • Tratamiento: Sulfadiazina y pirimetamina.
  • Prevención: Evitar consumo de carnes crudas o poco cocidas y contacto con tierra o agua contaminada.​
2. Rubéola
  • Patógeno: Virus de la rubéola.
  • Transmisión: Por vía respiratoria.
  • Riesgo de transmisión vertical: Elevado si la infección ocurre en el primer trimestre del embarazo.
  • Diagnóstico: Serología materna.
  • Tratamiento: No existe tratamiento antiviral específico; manejo sintomático.
  • Prevención: Vacunación antes del embarazo.​
3. Citomegalovirus (CMV)
  • Patógeno: Virus de la familia Herpesviridae.
  • Transmisión: Por contacto cercano con secreciones corporales, incluyendo saliva, orina y sangre.
  • Riesgo de transmisión vertical: Puede ocurrir en cualquier momento del embarazo.
  • Diagnóstico: Serología materna (IgG e IgM); PCR en líquido amniótico en casos sospechosos.
  • Tratamiento: Ganciclovir o valganciclovir en casos graves.
  • Prevención: Higiene rigurosa, especialmente en contacto con niños pequeños.​
4. Herpes Simplex Virus (HSV)
  • Patógeno: Virus herpes simple tipo 1 y 2.
  • Transmisión: Por contacto directo con lesiones activas.
  • Riesgo de transmisión vertical: Mayor si la infección es primaria durante el embarazo o si hay lesiones genitales activas al momento del parto.
  • Diagnóstico: Cultivo viral o PCR de lesiones.
  • Tratamiento: Aciclovir, valaciclovir o famciclovir.
  • Prevención: Evitar contacto con lesiones activas; considerar cesárea en casos de lesiones genitales activas al momento del parto.​
5. Parvovirus B19
  • Patógeno: Parvovirus humano B19.
  • Transmisión: Por vía respiratoria.
  • Riesgo de transmisión vertical: Bajo, pero puede causar hidrops fetal en casos graves.
  • Diagnóstico: Serología materna (IgG e IgM); PCR en líquido amniótico en casos sospechosos.
  • Tratamiento: No existe tratamiento antiviral específico; manejo sintomático.
  • Prevención: Evitar contacto con personas infectadas.​
6. Sífilis
  • Patógeno: Treponema pallidum, una espiroqueta.
  • Transmisión: Por contacto sexual; puede atravesar la placenta.
  • Riesgo de transmisión vertical: Elevado si la infección no se trata adecuadamente.
  • Diagnóstico: Pruebas serológicas (VDRL, RPR, FTA-ABS).
  • Tratamiento: Penicilina.
  • Prevención: Detección y tratamiento precoz durante el embarazo.​
Consideraciones Generales
  • Estudio serológico: Se recomienda realizar serologías maternas en presencia de marcadores ecográficos sugestivos de infección fetal, como hidrops, ascitis, hiperecogenicidad intestinal, calcificaciones intrahepáticas o intracraneales, microcefalia, hidrocefalia, lesiones destructivas del sistema nervioso central, Doppler sugestivo de anemia fetal, polihidramnios de causa desconocida o placenta engrosada.
  • Interpretación de resultados: Es esencial una interpretación experta de los resultados serológicos para determinar la necesidad de intervenciones adicionales, como procedimientos invasivos o tratamiento específico.
  • Manejo multidisciplinario: La gestión de infecciones TORCH durante el embarazo debe ser realizada por un equipo multidisciplinario, incluyendo obstetras, infectólogos y neonatólogos, para optimizar los resultados maternos y fetales
Este protocolo es una herramienta esencial para los profesionales de la salud en la identificación y manejo de infecciones TORCH durante el embarazo, con el objetivo de minimizar los riesgos para el feto y la madre.


Gestación multifetal: embarazos gemelares, de trillizos y multifetales de orden superior Boletín de Prácticas de la ACOG, Número 231

Este boletín proporciona directrices actualizadas para el manejo de embarazos múltiples, con el objetivo de mejorar los resultados maternos y fetales.

Incidencia
  • La tasa de nacimientos gemelares aumentó un 76% entre 1980 y 2009, pasando de 18.9 a 33.3 por cada 1,000 nacimientos.
  • La tasa de nacimientos de trillizos y gestaciones multifetales de orden superior aumentó más del 400% durante las décadas de 1980 y 1990, alcanzando un pico de 193.5 por cada 100,000 nacimientos en 1998.
  • Estos aumentos se han atribuido a dos factores principales: el envejecimiento materno al momento de la concepción y el uso incrementado de tecnologías de reproducción asistida.​
Complicaciones Perinatales
  • Las gestaciones múltiples están asociadas con un mayor riesgo de anomalías fetales, preeclampsia y diabetes gestacional.
  • Una de las complicaciones más significativas es el parto prematuro, que conlleva morbilidad y mortalidad infantil.
  • Aunque se han evaluado múltiples intervenciones para prolongar estas gestaciones y mejorar los resultados, ninguna ha tenido un efecto sustancial.​
Manejo Clínico
  • Monitoreo prenatal: Se recomienda una vigilancia estrecha para detectar complicaciones como el crecimiento fetal restringido, la preeclampsia y el parto prematuro.
  • Intervenciones: El uso de intervenciones como la cerclaje cervical y la progesterona ha mostrado eficacia limitada en la prevención del parto prematuro en embarazos múltiples.
  • Parto: La vía de parto debe ser determinada individualmente, considerando factores como la presentación fetal y la salud materna y fetal.​
Consideraciones Adicionales
  • Es esencial un enfoque multidisciplinario en el manejo de gestaciones múltiples, involucrando obstetras, neonatólogos y otros especialistas según sea necesario.
  • La planificación del parto debe ser individualizada, considerando los riesgos y beneficios para la madre y los fetos.​
Este boletín proporciona una guía integral para el manejo de gestaciones multifetales, con el objetivo de mejorar los resultados maternos y fetales.


Pautas para el manejo de una paciente embarazada con trauma

​El artículo "Guidelines for the Management of a Pregnant Trauma Patient" publicado en el Journal of Obstetrics and Gynaecology Canada en junio de 2015, proporciona directrices detalladas para el manejo de pacientes embarazadas que han sufrido trauma. Estas guías están diseñadas para optimizar los resultados tanto para la madre como para el feto en situaciones de emergencia.​

1. Evaluación Inicial
  • Estabilización Materna: Priorizar la estabilización de la madre, ya que su bienestar es esencial para la supervivencia fetal.
  • Monitoreo Fetal: Realizar una evaluación del bienestar fetal, incluyendo la auscultación de los latidos cardíacos fetales y, si es necesario, una monitorización electrónica.
  • Evaluación de Lesiones: Identificar y tratar lesiones maternas que puedan comprometer la vida, como hemorragias internas o fracturas.​
2. Manejo de Trauma Abdominal
  • Evaluación de la Placenta: Detectar signos de desprendimiento prematuro de placenta o ruptura uterina.
  • Intervenciones Quirúrgicas: Si es necesario, realizar procedimientos quirúrgicos con precaución para evitar daños al útero y al feto.​
3. Manejo de Trauma Torácico y Craneal
  • Monitoreo Intensivo: Las lesiones torácicas y craneales requieren monitoreo intensivo debido al riesgo de hipoxia fetal.
  • Intervenciones Médicas: Administrar oxígeno suplementario y considerar la intubación si es necesario para mantener la oxigenación adecuada.​
4. Consideraciones Obstétricas
  • Edad Gestacional: La edad gestacional influye en las decisiones de manejo; los fetos más maduros pueden requerir intervenciones más agresivas.
  • Viabilidad Fetal: En casos de trauma grave, evaluar la viabilidad fetal y considerar la inducción del parto si el feto es viable.​
5. Manejo Postraumático
  • Monitoreo Continuo: Continuar con la monitorización materna y fetal después del evento traumático.
  • Soporte Psicológico: Proporcionar apoyo psicológico a la madre, ya que los eventos traumáticos pueden tener un impacto emocional significativo.​
Estas directrices subrayan la importancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo de pacientes embarazadas que han sufrido trauma, involucrando obstetras, anestesiólogos, cirujanos y otros especialistas según sea necesario. El objetivo principal es garantizar la seguridad y el bienestar tanto de la madre como del feto.


Anemia en el embarazo: Boletín de práctica del ACOG, número 233

​El Boletín de Práctica No. 233 de ACOG, titulado "Anemia en el embarazo", proporciona directrices actualizadas sobre el manejo de la anemia durante la gestación.

Causas principales de la anemia en el embarazo
  • Deficiencia de hierro: Es la causa más común de anemia en el embarazo.
  • Pérdida aguda de sangre: Puede ocurrir debido a hemorragias obstétricas o complicaciones durante el parto.​
Requerimientos de hierro durante el embarazo
  • Las necesidades de hierro aumentan significativamente durante el embarazo para soportar el aumento del volumen sanguíneo y el crecimiento fetal.
  • Una ingesta insuficiente de hierro puede llevar a una deficiencia, afectando tanto a la madre como al feto.​
Recomendaciones para el manejo de la anemia
  • Evaluación clínica: Realizar una historia clínica detallada y un examen físico para identificar posibles causas de anemia.
  • Pruebas diagnósticas: Utilizar análisis de sangre para confirmar la anemia y determinar su causa.
  • Tratamiento: Administrar suplementos de hierro y, en casos graves, considerar transfusiones de sangre.​
Consideraciones adicionales
  • Es esencial monitorear la respuesta al tratamiento y ajustar las intervenciones según sea necesario.
  • La educación prenatal debe incluir información sobre la importancia de una nutrición adecuada y la adherencia al tratamiento para prevenir y manejar la anemia.
Este boletín destaca la importancia de una detección temprana y un manejo adecuado de la anemia durante el embarazo para prevenir complicaciones maternas y fetales.


Vigilancia fetal preparto: Boletín de práctica de la ACOG, número 229

​El Boletín de Práctica No. 229 de ACOG, titulado "Vigilancia fetal anteparto", proporciona directrices detalladas para la evaluación del bienestar fetal en embarazos de alto riesgo.

El objetivo principal de la vigilancia fetal anteparto es reducir el riesgo de mortalidad fetal, especialmente en embarazos complicados por condiciones maternas preexistentes, como diabetes mellitus, hipertensión crónica o preeclampsia, así como en casos de restricción del crecimiento fetal.​
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Métodos de vigilancia fetal anteparto

Las técnicas de vigilancia fetal anteparto incluyen:​
  • Monitoreo de la frecuencia cardíaca fetal (FCF): Utiliza la cardiotocografía para evaluar la variabilidad y la reactividad de la FCF.​
  • Perfil biofísico (PBF): Combina la observación de movimientos fetales, tono muscular, respiración fetal y volumen de líquido amniótico.​
  • Doppler de la arteria umbilical: Evalúa la resistencia vascular placentaria y la perfusión fetal.​
Estas técnicas se utilizan en conjunto para proporcionar una evaluación integral del bienestar fetal.​

Indicaciones para iniciar la vigilancia fetal anteparto

Se recomienda iniciar la vigilancia fetal anteparto a partir de las 32 semanas de gestación en embarazos de alto riesgo, como aquellos complicados por diabetes mellitus, hipertensión crónica o preeclampsia. En casos de restricción del crecimiento fetal o insuficiencia placentaria, la vigilancia puede comenzar antes, según la evaluación clínica.​

Consideraciones clínicas
  • Frecuencia de las evaluaciones: La frecuencia de las evaluaciones debe individualizarse según la condición materna y fetal, así como la respuesta a las pruebas anteriores.​
  • Interpretación de resultados: Los resultados no reactivos o anormales deben interpretarse con cautela, considerando la posibilidad de falsos positivos.​
  • Decisiones clínicas: Los resultados de la vigilancia fetal anteparto deben integrarse con la evaluación clínica general para tomar decisiones informadas sobre la continuación del embarazo o la necesidad de intervención.​
Este boletín proporciona una guía integral para la vigilancia fetal anteparto, con el objetivo de mejorar los resultados maternos y fetales en embarazos de alto riesgo.


PROTOCOLO: INFECCIONES URINARIAS Y GESTACION - PROTOCOLS MEDICINA MATERNOFETAL HOSPITAL CLÍNIC- HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU-UNIVERSITAT DE BARCELONA

​El protocolo sobre infecciones urinarias en el embarazo del Centre de Medicina Fetal Barcelona ofrece directrices detalladas para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de estas infecciones, que son comunes durante la gestación y pueden tener implicaciones significativas para la salud materna y fetal.

Diagnóstico
  • Cistitis aguda: Caracterizada por urgencia miccional, polaquiuria, disuria y dolor suprapúbico sin síntomas sistémicos. Se confirma mediante cultivo de orina positivo (≥100 UFC).​
  • Pielonefritis aguda: Infección del parénquima renal que se presenta con fiebre, dolor lumbar y síntomas urinarios. Requiere hospitalización y tratamiento intravenoso.​
Tratamiento

Cistitis aguda

Antibióticos empíricos:
  • Fosfomicina trometamol 3 g VO (dosis única).​
  • Cefuroxima 250 mg VO cada 12 horas durante 7 días.​
Si se dispone de antibiograma:
  • Amoxicilina 500 mg VO cada 8 horas durante 7 días.​
  • Cefuroxima 250 mg VO cada 12 horas durante 7 días.​
En caso de alergia a betalactámicos:
  • Fosfomicina trometamol 3 g VO (dosis única).​
  • Nitrofurantoína 50-100 mg VO cada 6 horas durante 7 días.​
  • Amoxicilina-clavulánico 500 mg VO cada 8 horas durante 7 días.​
Pielonefritis aguda

Tratamiento intravenoso inicial:
  • Ceftriaxona 1 g IV cada 24 horas.​
  • Si hay alergia a betalactámicos: Aztreonam 1 g IV cada 8 horas.​
En caso de resistencia a betalactámicos (BLEE):
  • Ertapenem 1 g IV cada 24 horas.​
  • Si hay alergia a betalactámicos: Fosfomicina 4 g IV cada 8 horas.​
Seguimiento
  • Cistitis aguda: Realizar un urocultivo 7-15 días después de finalizar el tratamiento para confirmar la erradicación.​
  • Pielonefritis aguda: Si hay complicaciones como abscesos, el tratamiento se prolongará según la evolución clínica e imagenológica.​
Tratamiento supresor

Indicado en casos de bacteriuria asintomática o cistitis recurrente después de dos tratamientos completos no eficaces, pielonefritis recidivante durante la gestación o tras un único episodio de pielonefritis en pacientes con patología renal o de vías excretoras.​

Opciones de tratamiento supresor:
  • Cefalexina 250 mg VO una vez al día por la noche.​
  • Fosfomicina trometamol 3 g una vez a la semana.​
El tratamiento supresor se administra durante el resto de la gestación hasta 4-6 semanas postparto.


PROTOCOLO: COLESTASIS INTRAHEPATICA - PROTOCOLS MEDICINA MATERNOFETAL HOSPITAL CLÍNIC- HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU-
UNIVERSITAT DE BARCELONA

El protocolo sobre colestasis intrahepática gestacional (CIG) del Centre de Medicina Fetal Barcelona proporciona directrices detalladas para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de esta condición, que es la enfermedad hepática más común durante el embarazo. 

Diagnóstico

Prurito: Síntoma principal, especialmente en palmas de manos y plantas de pies.

Alteraciones analíticas:
  • Elevación de ácidos biliares séricos.
  • Aumento de transaminasas hepáticas (ALT, AST).
  • Elevación de la bilirrubina total.
  • Fosfatasa alcalina generalmente elevada debido a su isoforma placentaria.​
Se debe realizar un diagnóstico diferencial con otras condiciones que cursan con prurito, como preeclampsia, hepatitis viral o autoinmune, y dermatosis específicas del embarazo.​

Tratamiento
  • Ácido ursodesoxicólico (AUDC): Es el tratamiento de elección. Se administra a dosis de 300 mg cada 12 horas, con una dosis máxima de 1200 mg/día. Este medicamento mejora los parámetros bioquímicos y alivia el prurito.​
  • Antihistamínicos: Se utilizan para aliviar el prurito, preferiblemente por la noche debido a su efecto sedante. Ejemplos incluyen dexclorfeniramina e hidroxicina.​
  • Vitamina K: Se administra en caso de alteraciones en la coagulación, con una dosis de 10 mg por vía intramuscular semanal o 10 mg por vía oral diaria.​
Seguimiento
  • Control analítico: Se recomienda realizar un perfil hepático completo y determinar los niveles de ácidos biliares al diagnóstico, a las 36-37 semanas de gestación y cada 1-2 semanas si la gestación continúa.​
  • Monitorización fetal: Se debe realizar un control ecográfico regular para evaluar el bienestar fetal. En casos con niveles elevados de ácidos biliares, se recomienda realizar una ecocardiografía funcional fetal para evaluar posibles efectos sobre el corazón fetal.​
Manejo del parto
  • Finalización de la gestación: Se sugiere considerar la inducción del parto a partir de la semana 37 de gestación, especialmente si los niveles de ácidos biliares son elevados. La decisión debe basarse en una evaluación individualizada de los riesgos maternos y fetales.​
Este protocolo destaca la importancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo de la CIG, involucrando obstetras, hepatólogos y neonatólogos para optimizar los resultados maternos y fetales.


Video 01: RCP en Gestación - Guías AHA

El video aborda la reanimación cardiopulmonar en el contexto obstétrico, destacando la importancia de reconocer los cambios fisiológicos durante el embarazo que pueden complicar un paro cardiorrespiratorio. Se enfatiza en la necesidad de entrenar equipos multidisciplinarios para mejorar las tasas de supervivencia y se discuten las maniobras específicas para manejar estas emergencias, como la lateralización uterina manual. Además, se subraya la urgencia de realizar una histerotomía perimortem cuando sea necesario para maximizar las posibilidades de recuperación del paciente.

Importancia del RCP en el Embarazo:
Cambios fisiológicos que predisponen al paro cardiorrespiratorio (PCR).Necesidad de un enfoque especializado en RCP para embarazadas.

Acciones Claves Durante el RCP Obstétrico:
Lateralización uterina manual para evitar compresión de grandes vasos.Histerotomía perimortem necesaria en ciertas condiciones para liberar el útero.Intubación considerada difícil y debe ser realizada por personal experimentado.Manejo de diversas causas de PCR específicas en pacientes embarazadas.

Evidencia y Estadísticas:
Mejora en tasas de supervivencia, pero aún alta mortalidad evitable.Importancia de la formación del personal médico en la atención obstétrica.

Protocolo de Acción:
RCP inicial se realiza igual que en pacientes no embarazadas.Uso de equipos de respuesta rápida con entrenamiento multidisciplinario.Se enfatiza en la prevención de eventos que lleven a PCR.

Conclusiones:
Necesidad de manejar adecuadamente los cambios físicos y las patologías específicas en embarazadas.Implementación de simulacros y formación continua en el manejo de emergencias obstétricas.
      

Video 02: Monitoreo Fetal

Se realizó una telecapacitación sobre el monitoreo fetal intraparto, dirigida por el Dr. Francisco Estévez, médico del Hospital Nacional Docente Madre del Niño. El Dr. Estévez, reconocido por su experiencia en obstetricia y su compromiso con la formación continua en salud materna, abordó la importancia del monitoreo fetal a lo largo del trabajo de parto, destacando que esta práctica es fundamental para evaluar la oxigenación fetal y la salud del neonato. Se discutieron diversas metodologías y avances en la cardiotocografía, enfatizando la necesidad de una evaluación precisa durante el trabajo de parto para garantizar intervenciones adecuadas y oportunas.

Importancia del Monitoreo Fetal Intraparto
El Dr. Estévez enfatizó que el monitoreo fetal intraparto es crucial para evaluar el bienestar del feto durante el trabajo de parto. Este proceso permite detectar anomalías en la oxigenación fetal y contribuye a la toma de decisiones informadas sobre el manejo del parto. Se menciona que los hospitales en Perú deben seguir las guías establecidas para asegurar la efectividad de estas evaluaciones.

Uso de la Cardiotoctografía
La cardiotocografía se destacó como una herramienta esencial para el monitoreo fetal, permitiendo registrar la frecuencia cardíaca del feto y las contracciones uterinas. El Dr. Estévez explicó que esta técnica ha evolucionado desde métodos rudimentarios hasta el uso de monitores electrónicos, que facilitan la detección temprana de alteraciones en la salud fetal, lo cual es fundamental para la intervención oportuna.

Frecuencia Cardíaca Basal y su Interpretación
Se discutió la frecuencia cardíaca basal como un indicador clave del estado de salud fetal. El Dr. Estévez proporcionó rangos específicos y criterios para determinar si la frecuencia cardíaca es adecuada, destacando que valores entre 110 y 160 latidos por minuto son considerados normales. La interpretación precisa de estos datos es vital para el manejo efectivo del parto.

Bradicardia y Sus Implicaciones
El Dr. Estévez abordó la bradicardia fetal, una condición en la que la frecuencia cardíaca cae por debajo de los 110 latidos por minuto. Se discutieron las posibles causas y la importancia de actuar de manera rápida y efectiva para prevenir complicaciones, como la hipoxia fetal. Este tema subraya la necesidad de monitorear de cerca a los pacientes durante el trabajo de parto.

Variabilidad Disminuida y Su Significado
La variabilidad en la frecuencia cardíaca fetal se presentó como un indicador de bienestar fetal. El Dr. Estévez explicó que una disminución de esta variabilidad puede ser un signo de estrés fetal o anormalidades en el estado de salud del feto. Se subrayó la importancia de una evaluación continua para detectar estos cambios y actuar en consecuencia.

Desaceleración Temprana y Tardía
Se definieron las desaceleraciones tempranas y tardías, diferenciando entre las causas y los manejos adecuados para cada tipo. La desaceleración temprana, asociada a contracciones, se considera generalmente menos preocupante, mientras que la tardía puede indicar problemas graves, como la compresión del cordón umbilical. La comprensión de estos patrones es esencial para el manejo del trabajo de parto.

Artefactos en el Monitoreo
El Dr. Estévez mencionó los artefactos que pueden aparecer en el monitoreo fetal, que pueden interferir con la interpretación de los datos. Se destacó la necesidad de ser capaz de distinguir entre los datos reales y los artefactos para evitar diagnósticos erróneos que puedan comprometer la salud materna y fetal.

Actualización de Protocolos en 2008
Se hizo referencia a la actualización de criterios y protocolos en 2008, que han sido revisados para mejorar la calidad del monitoreo fetal. El Dr. Estévez subrayó la importancia de seguir estos lineamientos actualizados para asegurar la mejor atención posible durante el trabajo de parto, adaptándose a los avances en tecnología y prácticas médicas.



Evaluación contemporánea de mujeres y niñas con sangrado uterino anormal: Sistemas FIGO 1 y 2

El artículo busca estandarizar la evaluación de mujeres y niñas con hemorragia uterina anormal (HUA) mediante el uso conjunto de dos sistemas propuestos por la FIGO, mejorando así el diagnóstico, tratamiento y la calidad de la investigación en este campo.

La hemorragia uterina anormal (HUA) es una condición común y a menudo debilitante que puede afectar a más del 50% de las mujeres y niñas en edad reproductiva. Aunque la HUA incluye síntomas como sangrado intermenstrual y anomalías en la duración, frecuencia y regularidad del ciclo menstrual, es la menorragia (sangrado menstrual abundante) la que más contribuye a la deficiencia de hierro y la anemia relacionada. Sin embargo, la HUA y la menorragia siguen siendo condiciones poco reconocidas y poco informadas.​
Mendeley

La FIGO (Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia) ha desarrollado dos sistemas para evaluar y clasificar la HUA:​
Mendeley

Sistema 1: Define el patrón de sangrado utilizando cuatro descriptores principales: frecuencia, duración, regularidad y volumen del flujo.

Sistema 2: Proporciona un sistema estructurado de clasificación de las posibles causas de la HUA, utilizando el acrónimo PALM-COEIN:

PALM: causas estructurales (Pólipo, Adenomiosis, Leiomioma, Malignidad)

COEIN: causas no estructurales (Coagulopatía, Disfunción ovulatoria, Endometrial, Iatrogénica)

La "N" se reserva para entidades que actualmente no se clasifican de otra manera.​

Utilizar el Sistema 1 de la FIGO como punto de partida para el Sistema 2 facilita la investigación de mujeres y niñas en edad reproductiva con HUA. Comprender la patogénesis de las causas de la HUA según el Sistema 2 ayuda a interpretar las investigaciones y la gestión posterior de la HUA. Aunque existen numerosas lagunas en la evidencia sobre la HUA, si los investigadores y los ensayistas adoptan universalmente los Sistemas 1 y 2 de la FIGO para la evaluación y el diagnóstico de la HUA, se podrán aplicar hallazgos de investigación claros y transferibles a nivel mundial.


Dolor pélvico crónico
Boletín de Prácticas de la ACOG, número 218

Este documento aborda el diagnóstico y manejo del dolor pélvico crónico (DPC) en mujeres, excluyendo las etiologías ginecológicas, urológicas y gastrointestinales identificables.

El DPC se define como un dolor pélvico persistente o recurrente que dura al menos 6 meses y no se explica completamente por patologías ginecológicas, urológicas o gastrointestinales identificables. Es una condición común, debilitante y costosa que afecta desproporcionadamente a las mujeres, impactando su calidad de vida, salud mental y funcionalidad diaria.​

La evaluación del DPC debe ser integral y considerar:

  • Historia clínica detallada: incluyendo características del dolor, factores desencadenantes y comorbilidades asociadas.
  • Examen físico completo: para identificar signos de disfunción musculoesquelética o neurológica.
  • Evaluaciones adicionales: según sea necesario, para descartar otras causas identificables de dolor pélvico.​
  • Es esencial una comunicación abierta y empática con la paciente para comprender la naturaleza del dolor y sus implicaciones en su vida diaria.​

Manejo Multidisciplinario
  • Dado que el DPC a menudo involucra múltiples sistemas y factores, se recomienda un enfoque multidisciplinario que puede incluir:​
  • Manejo farmacológico: como analgésicos, antidepresivos tricíclicos o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina, según la indicación.
  • Terapias físicas: para abordar disfunciones musculoesqueléticas asociadas.
  • Intervenciones psicológicas: como terapia cognitivo-conductual, para tratar aspectos emocionales y psicológicos del dolor crónico.
  • Terapias complementarias: como acupuntura o técnicas de relajación, que pueden ser útiles en algunos casos.​
  • La colaboración con otros especialistas, como fisioterapeutas, psicólogos y especialistas en manejo del dolor, es crucial para un tratamiento efectivo.​
Recomendaciones para la Práctica Clínica
  • Tiempo adecuado en las consultas: para permitir una evaluación exhaustiva y establecer una relación terapéutica sólida.
  • Uso de modificadores de codificación apropiados: para reflejar la complejidad del caso y facilitar la reembolso de los servicios.
  • Identificación de miembros del equipo multidisciplinario: dentro de la práctica o mediante derivaciones facilitadas, para abordar todos los aspectos del DPC.​
Consideraciones Finales
El manejo del DPC es complejo y debe ser individualizado, considerando las necesidades físicas, emocionales y sociales de cada paciente. Es fundamental un enfoque centrado en la paciente, con comunicación abierta y apoyo continuo, para mejorar los resultados y la calidad de vida de las mujeres afectadas.​


Guía de Práctica Clínica sobre la Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP) publicada por la British Association for Sexual Health and HIV (BASHH)

La EIP es una infección ascendente del tracto genital superior que puede involucrar endometritis, salpingitis, ooforitis, absceso tubo-ovárico y/o peritonitis pélvica. Las principales causas infecciosas incluyen:​
  • Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis: responsables de aproximadamente el 25% de los casos en el Reino Unido.
  • Mycoplasma genitalium: asociado con infecciones del tracto genital superior y considerado una causa probable de EIP.
  • Gardnerella vaginalis y anaerobios (como Prevotella, Atopobium y Leptotrichia): probables agentes etiológicos.​

La inserción de un dispositivo intrauterino (DIU) aumenta el riesgo de desarrollar EIP, pero este riesgo es mayor en las primeras 4-6 semanas tras la inserción y en mujeres con gonorrea o clamidia preexistentes.​
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Síntomas comunes:
  • Dolor abdominal inferior, típicamente bilateral.
  • Dispareunia profunda.
  • Sangrado vaginal anormal, incluyendo postcoital, intermenstrual y menorragia.
  • Dismenorrea secundaria.
  • Secreción vaginal o cervical anormal, a menudo purulenta.​
Signos clínicos:
  • Dolor abdominal inferior, generalmente bilateral.
  • Dolor en los anexos.
  • Dolor a la movilización cervical.
  • Fiebre (>38°C).​
El diagnóstico de EIP y el tratamiento antibiótico empírico deben considerarse y generalmente ofrecerse a cualquier mujer menor de 25 años que presente dolor abdominal inferior bilateral reciente asociado con sensibilidad local en el examen bimanual, en quien se haya descartado el embarazo.​
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Diagnóstico:
La EIP puede ser sintomática o asintomática. Los síntomas y signos carecen de sensibilidad y especificidad (el valor predictivo positivo de un diagnóstico clínico es del 65-90% en comparación con el diagnóstico laparoscópico).​

Se recomienda realizar pruebas para gonorrea, clamidia y M. genitalium. La disponibilidad local de pruebas para M. genitalium varía, pero su implementación es fuertemente recomendada para guiar la elección de la terapia adecuada.​

La ausencia de células de pus en el exudado endocervical o vaginal tiene un buen valor predictivo negativo (95%) para el diagnóstico de EIP, pero su presencia no es específica (valor predictivo positivo pobre: 17%).​

Manejo:
Retrasar el tratamiento probablemente aumente el riesgo de secuelas a largo plazo, como embarazo ectópico, infertilidad y dolor pélvico crónico. Debido a esto, y a la falta de criterios diagnósticos definitivos, se recomienda un umbral bajo para el tratamiento empírico de la EIP. Se requiere terapia antibiótica de amplio espectro para cubrir una amplia variedad de bacterias aeróbicas y anaeróbicas.​
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Regímenes ambulatorios recomendados:
Ceftriaxona 1 g IM dosis única + Doxiciclina 100 mg cada 12 horas por 14 días + Metronidazol 400 mg cada 12 horas por 14 días.

Ofloxacino 400 mg cada 12 horas por 14 días + Metronidazol 400 mg cada 12 horas por 14 días.

Moxifloxacino 400 mg una vez al día por 14 días.​

Se debe evitar el uso de quinolonas en pacientes con alto riesgo de EIP gonocócica debido a la creciente resistencia a las quinolonas en el Reino Unido. Las quinolonas no están autorizadas en menores de 18 años.​

De los tres regímenes recomendados para el tratamiento de la EIP, el moxifloxacino ofrece la mayor actividad microbiológica contra M. genitalium.​

Regímenes alternativos ambulatorios:
  • Ceftriaxona 1 g IM dosis única + Azitromicina 1 g una vez por semana durante 2 semanas.​
  • Se recomienda evitar el uso de quinolonas como primera línea debido a sus efectos secundarios potenciales y la creciente resistencia antimicrobiana.​
Manejo hospitalario
  • Se debe considerar la hospitalización para terapia parenteral, observación y posible intervención quirúrgica en los siguientes casos:​
  • No se puede excluir una emergencia quirúrgica.
  • Falta de respuesta a la terapia oral.
  • Enfermedad clínicamente grave.
  • Presencia de absceso tubo-ovárico.
  • Intolerancia a la terapia oral.
Embarazo.​

Los regímenes hospitalarios incluyen ceftriaxona intravenosa 2 g diarios más doxiciclina intravenosa 100 mg cada 12 horas, seguidos de doxiciclina oral 100 mg cada 12 horas por 14 días y metronidazol oral 400 mg cada 12 horas por 14 días.​


Boletín de Práctica n.° 206 del ACOG: Uso de anticonceptivos hormonales en mujeres con afecciones médicas coexistentes

El objetivo principal de este boletín es:

Aplicar los Criterios Médicos de Elegibilidad para el Uso de Anticonceptivos (USMEC) en la práctica clínica.

Explicar la clasificación de riesgo para el uso de anticonceptivos hormonales en mujeres con condiciones médicas coexistentes.​

Estos criterios, desarrollados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., clasifican el riesgo de usar métodos anticonceptivos hormonales en mujeres con condiciones médicas específicas en categorías:​
  • Categoría 1: Condición que representa ningún riesgo para el uso del método.
  • Categoría 2: Condición que representa riesgo mínimo.
  • Categoría 3: Condición que representa riesgo para el uso del método.
  • Categoría 4: Condición que representa riesgo inaceptable; el uso del método está contraindicado.​

Consideraciones Clínicas por Condición Médica

1. Hipertensión
Presión arterial <140/90 mm Hg: Cualquier método anticonceptivo hormonal es aceptable.

Presión arterial 140–159/90–99 mm Hg: Uso de anticonceptivos hormonales no recomendado a menos que no haya otra opción aceptable.

Presión arterial ≥160/100 mm Hg o con enfermedad vascular: Uso de anticonceptivos hormonales contraindicado.​
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2. Diabetes Mellitus
Diabetes sin complicaciones: Cualquier método anticonceptivo hormonal es aceptable.

Diabetes con complicaciones vasculares: Uso de anticonceptivos hormonales contraindicado.​

3. Lupus Eritematoso Sistémico (LES)
Sin anticuerpos antifosfolípidos: Uso de anticonceptivos hormonales aceptable.

Con anticuerpos antifosfolípidos: Uso de anticonceptivos hormonales contraindicado.​
mdedge9-ma1.mdedge.com

4. Migraña
Sin aura: Uso de anticonceptivos hormonales aceptable.

Con aura: Uso de anticonceptivos hormonales contraindicado.​

5. Obesidad
Índice de masa corporal (IMC) >30 kg/m²: Uso de anticonceptivos hormonales aceptable, pero se debe considerar el riesgo de tromboembolismo.​

6. Fumadoras
Edad <35 años: Uso de anticonceptivos hormonales aceptable.

Edad ≥35 años: Uso de anticonceptivos hormonales no recomendado debido al aumento del riesgo de eventos tromboembólicos.​

Métodos Anticonceptivos Hormonales Recomendados
  • Anticonceptivos orales combinados: Contienen estrógeno y progestina.
  • Progestina sola: Píldoras, inyecciones, implantes.
  • Dispositivo intrauterino (DIU) con progestina: Liberación local de progestina.​
La elección del método debe basarse en la condición médica de la paciente, sus preferencias y la evaluación de riesgos y beneficios.​

Recomendaciones Finales
  • Se debe realizar una evaluación clínica completa antes de iniciar cualquier método anticonceptivo hormonal.
  • Es esencial educar a las pacientes sobre los riesgos y beneficios de los métodos anticonceptivos disponibles.
  • Se debe proporcionar un seguimiento adecuado para monitorear cualquier efecto adverso o complicación.​

Síndrome de ovario poliquístico
Boletín de Práctica de la ACOG, número 194

El PCOS es un trastorno endocrino común que afecta aproximadamente al 6-12% de las mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por:
  • Hiperandrogenismo: exceso de hormonas sexuales masculinas, como la testosterona.
  • Disfunción ovulatoria: irregularidades en la ovulación.
  • Ovarios poliquísticos: presencia de múltiples quistes pequeños en los ovarios.​
La etiología del PCOS sigue siendo desconocida, pero se cree que factores genéticos y ambientales contribuyen a su desarrollo.​

Diagnóstico
El diagnóstico de PCOS se basa en la presencia de al menos dos de los siguientes criterios, según los criterios de Rotterdam:
  • Oligoovulación o anovulación: ciclos menstruales irregulares.
  • Hiperandrogenismo clínico o bioquímico: signos como hirsutismo, acné o alopecia, o niveles elevados de testosterona.
  • Ovarios poliquísticos: identificados por ultrasonido transvaginal.​
Es importante excluir otras condiciones que puedan presentar síntomas similares, como hiperplasia suprarrenal congénita, síndrome de Cushing o tumores productores de andrógenos.​

Manejo Clínico
El tratamiento del PCOS debe ser individualizado, considerando los síntomas, los objetivos reproductivos y la presencia de comorbilidades. Las principales áreas de manejo incluyen:

1. Manejo de la Hiperandrogenemia
  • Anticonceptivos orales combinados: efectivos para reducir los niveles de andrógenos y mejorar síntomas como hirsutismo y acné.
  • Antiandrógenos: como la espironolactona, que bloquean los efectos de los andrógenos en la piel y el vello.
  • Agonistas de GnRH: en casos resistentes a otros tratamientos.​
2. Manejo de la Disfunción Ovulatoria
  • Clomifeno: primer línea para la inducción de la ovulación en mujeres que buscan embarazo.
  • Letrozol: alternativa al clomifeno con mayor tasa de ovulación.
  • Gonadotropinas: consideradas en casos refractarios.​
3. Manejo Metabólico
  • Metformina: útil en mujeres con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.
  • Modificación del estilo de vida: dieta balanceada y ejercicio regular para mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de diabetes tipo 2.​
4. Manejo de la Fertilidad
  • Estimulación ovárica controlada: con medicamentos como clomifeno o letrozol.
  • Inseminación intrauterina (IIU): en combinación con estimulación ovárica.
  • Fecundación in vitro (FIV): considerada en casos de infertilidad persistente.​
Complicaciones Asociadas
  • Las mujeres con PCOS tienen un mayor riesgo de desarrollar:
  • Diabetes tipo 2: debido a la resistencia a la insulina.
  • Hipertensión y dislipidemia: contribuyen al riesgo cardiovascular.
  • Endometrio hiperplásico o carcinoma: por la exposición prolongada a estrógenos sin oposición.
  • Depresión y ansiedad: asociadas a los síntomas físicos y estigmatización.​
Recomendaciones Clave
  • El diagnóstico de PCOS debe basarse en criterios clínicos y de laboratorio, excluyendo otras condiciones.
  • El manejo debe ser personalizado, considerando los síntomas y los objetivos reproductivos de la paciente.
  • Es esencial el monitoreo regular para detectar y tratar comorbilidades asociadas.​

Boletín de Práctica N.º 114: Manejo de la Endometriosis

La endometriosis es una afección ginecológica crónica que afecta aproximadamente al 6–10% de las mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera del útero, lo que puede causar dolor pélvico crónico, dismenorrea, dispareunia y, en algunos casos, infertilidad.

Diagnóstico
  • El diagnóstico de la endometriosis se basa en:
  • Historia clínica detallada: incluyendo síntomas como dolor pélvico crónico, dismenorrea y dispareunia.
  • Examen físico: para detectar signos clínicos sugestivos.
  • Imágenes: la ecografía transvaginal puede ser útil, aunque la resonancia magnética ofrece una mayor precisión en la localización de implantes endometriósicos.
  • Laparoscopia: considerada el estándar de oro para el diagnóstico y la clasificación de la endometriosis.​
Tratamiento Médico

1. Agonistas de GnRH
  • Reducen los niveles de estrógenos, induciendo un estado de pseudo-menopausia.
  • Se recomienda iniciar terapia de "add-back" (estrógenos y progestágenos) para prevenir efectos secundarios como pérdida ósea y síntomas menopáusicos.​
2. Progestágenos
  • Pueden administrarse en forma de píldoras, inyecciones o dispositivos intrauterinos.
  • Actúan suprimiendo la proliferación endometrial y reduciendo el dolor.​
3. Anticonceptivos Orales Combinados
  • Regulan el ciclo menstrual y reducen la intensidad del dolor.
  • Pueden utilizarse de forma continua para suprimir la menstruación.​
4. Inhibidores de la Aromatasa
  • Bloquean la conversión de andrógenos a estrógenos.
  • Se utilizan en combinación con progestágenos para mejorar la eficacia en el tratamiento del dolor.​
5. Analgésicos
  • Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) son efectivos para el manejo del dolor leve a moderado.
  • Se deben evitar los opioides a largo plazo debido al riesgo de dependencia y otros efectos secundarios.​
Tratamiento Quirúrgico
  • La laparoscopia permite la visualización directa de los implantes endometriósicos y su eliminación.
  • Se recomienda en casos de endometriosis severa, cuando los tratamientos médicos no son efectivos o cuando se busca mejorar la fertilidad.
  • La cirugía conservadora es preferible para preservar la función ovárica y la fertilidad.​
Manejo de la Fertilidad
  • La endometriosis puede afectar la fertilidad al alterar la función tubárica y la calidad ovocitaria.
  • El tratamiento quirúrgico puede mejorar las tasas de embarazo en mujeres con endometriosis leve a moderada.
  • En casos de infertilidad persistente, se puede considerar la fertilización in vitro (FIV).​
Recomendaciones Clave
  • El diagnóstico debe basarse en una combinación de historia clínica, examen físico, imágenes y, cuando sea necesario, laparoscopia.
  • El tratamiento debe ser individualizado, considerando la severidad de los síntomas, el deseo de fertilidad y la respuesta al tratamiento.
Es esencial un enfoque multidisciplinario que incluya ginecólogos, especialistas en fertilidad y, cuando sea necesario, psicólogos para abordar el impacto emocional de la enfermedad.


Oncoguía SEGO 2018 sobre Cáncer de Cuello Uterino.

Esta guía es una referencia clave para el manejo del cáncer cervical y ha sido desarrollada por un consorcio de sociedades científicas españolas, incluyendo la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica), SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) y SEAP-IAP (Sociedad Española de Anatomía Patológica).​

1. Introducción al Cáncer de Cuello Uterino
  • El cáncer de cuello uterino (CCU) es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres a nivel mundial. En los países desarrollados, la incidencia ha disminuido significativamente debido a los programas de tamizaje, pero sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres en muchos países en desarrollo.
  • El diagnóstico temprano es crucial y se basa principalmente en la citología cervical (Papanicolaou), la prueba de VPH y las biopsias dirigidas.

2. Factores de Riesgo
  • Los principales factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino incluyen:
  • Infección por VPH: El factor más importante, especialmente los subtipos de alto riesgo como el 16 y 18.
  • Sexo sin protección: El inicio temprano de la actividad sexual y un alto número de parejas sexuales.
  • Tabaquismo: Aumenta el riesgo de progresión de lesiones precoces a cáncer invasivo.
  • Inmunosupresión: Mujeres con VIH o que reciben tratamiento inmunosupresor tienen un riesgo aumentado.
  • Factores genéticos y hormonales: Historia familiar de cáncer cervical y la exposición prolongada a anticonceptivos orales.
3. Diagnóstico

El diagnóstico definitivo del cáncer cervical requiere una biopsia de las lesiones sospechosas. El proceso diagnóstico se realiza en tres pasos:

Tamizaje inicial:
  • Citología cervical (Papanicolaou): Método de screening más común.
  • Prueba de VPH: Útil para detectar infecciones de alto riesgo.
Examen clínico:
  • Inspección visual y colposcopia para identificar anomalías visibles en el cuello uterino.
Diagnóstico definitivo:
  • Biopsia dirigida: Se toma una muestra de tejido del área sospechosa durante la colposcopia.
  • Laparoscopia y resonancia magnética: Usadas para estadificar y evaluar la extensión del cáncer.
4. Estadificación (FIGO)

El sistema de estadificación para el cáncer de cuello uterino es crucial para determinar el tratamiento. Los estadios se dividen según la extensión del tumor y la afectación de órganos adyacentes.
  • Estadio 0: Carcinoma in situ (precáncer).
  • Estadio I: Cáncer limitado al cuello uterino.
  • IA: Microinvasión (IA1 y IA2).
  • IB: Invasión más profunda.
  • Estadio II: El cáncer se extiende más allá del cuello uterino, pero no llega a la pared pélvica ni la vagina inferior.
  • IIA: Afecta el cuerpo uterino.
  • IIB: Afectación de los tejidos adyacentes (parametrio).
  • Estadio III: El cáncer afecta la pared pélvica y la vagina inferior, con posible obstrucción renal.
  • Estadio IV: El cáncer se ha diseminado a órganos distantes (vías urinarias, vejiga, recto, o metástasis a distancia).
5. Tratamiento según el Estadio
  • Estadios Tempranos (IA y IB1)
  • Estadio IA1: Conización cervical (en casos de lesiones de bajo riesgo). Si la paciente desea conservar la fertilidad, este es el tratamiento recomendado.
  • Estadio IA2: Se recomienda histerectomía tipo A o una conización ampliada dependiendo de la afectación del tejido.
  • Estadio IB1: Histerectomía radical con linfadenectomía pélvica (remoción de ganglios linfáticos pélvicos).
En pacientes con riesgo de afectación ganglionar, se recomienda la quimioterapia con cisplatino como tratamiento adyuvante.

Estadios Avanzados (IB2 y II)
  • Estadio IB2 y IIA2: Quimiorradioterapia concurrente con cisplatino es el tratamiento estándar en estos casos.
  • Estadio IIB: Se puede realizar histerectomía radical o, si la paciente no es candidata, se puede recurrir a quimiorradioterapia.
Estadios III y IV (Avanzados)
  • En estos estadios, el tratamiento suele ser multimodal e incluye quimiorradioterapia con cisplatino.
Se puede utilizar radioterapia paliativa para aliviar síntomas, especialmente en casos con metástasis.

6. Tratamiento Adyuvante
  • Quimioterapia: El cisplatino es el estándar en la quimiorradioterapia para cáncer cervical avanzado.
  • Radioterapia: En estadios avanzados, la radioterapia se usa para tratar áreas locales o como tratamiento complementario.
7. Seguimiento Post-tratamiento

El seguimiento se realiza para detectar posibles recurrencias y complicaciones. Las recomendaciones incluyen:
  • Examen clínico: Cada 3-6 meses durante los primeros 2 años después del tratamiento.
  • Citología cervical: Análisis anual.
  • Resonancia magnética: En casos de sospecha de recurrencia o metástasis.
8. Aspectos Psicosociales y Calidad de Vida
  • El manejo de las mujeres con cáncer de cuello uterino también debe abordar el impacto emocional y psicosocial del diagnóstico y tratamiento. El apoyo psicológico es esencial, especialmente para aquellas que han perdido la fertilidad o experimentan efectos secundarios graves del tratamiento.
9. Prevención y Tamizaje
  • Vacunación contra el VPH: Se recomienda la vacunación para prevenir la infección por los tipos de VPH de alto riesgo, especialmente en mujeres jóvenes.
  • Tamizaje regular: Con citología cervical y prueba de VPH para detectar lesiones precoces antes de que se conviertan en cáncer invasivo.

CLAVES PARA LA ATENCIÓN DE LAS EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Y SU APLICACIÓN EN EL PRIMER Y SEGUNDO NIVEL


En el presente video se destaca que el año 2019 se registró el menor número de muertes maternas, con 302 casos, gracias al esfuerzo conjunto del personal de salud. Sin embargo, en comparación con el año anterior, las cifras de mortalidad han aumentado un 17.9% en el año actual, alcanzando 211 muertes hasta la semana 27. Este incremento se ve influenciado por la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19, lo que subraya la urgencia de mejorar la atención en salud materna.

Se menciona la meta de reducir la mortalidad materna a 70 por 100,000 nacidos vivos. En el caso de Perú, la cuota se establece en alrededor de 40. La Dra. del Carpio enfatiza la importancia de incluir la salud sexual y reproductiva dentro de los programas y políticas nacionales, lo que es fundamental para abordar las necesidades de atención de las mujeres.

La presentación identifica las principales causas de mortalidad materna, incluyendo hemorragias, hipertensión y sepsis. Además, se señala que factores indirectos como la pobreza, la falta de educación y el acceso limitado a servicios de salud son determinantes críticos que contribuyen a estas cifras. Se hace hincapié en que es esencial abordar estos condicionantes para entender la complejidad del problema.

La Dra. del Carpio señala que los países que han invertido en la educación de las mujeres han visto una mejora significativa en la salud materna. La educación empodera a las mujeres, permitiéndoles conocer y ejercer sus derechos en salud, lo que reduce el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto.

Se introducen las "claves" como estrategias organizacionales desarrolladas para enfrentar la morbilidad materna extrema. Estas claves operan de manera diferenciada, asignando roles específicos a médicos, enfermeras y técnicos, lo que permite una respuesta rápida y efectiva ante situaciones de emergencia. Específicamente, se discuten las claves roja, azul y amarilla para manejar hemorragias, trastornos hipertensivos y sepsis respectivamente.

La "clave roja" se explora en profundidad, centrando la atención en la hemorragia obstétrica, que es la principal causa de muerte materna. Se enfatiza la necesidad de una organización efectiva en el manejo de emergencias, donde cada miembro del equipo de salud asume roles claros para garantizar una atención rápida y adecuada, incluyendo la activación inmediata de protocolos de emergencia ante situaciones de sangrado profuso.

Este análisis resalta la importancia de un enfoque coordinado y educativo en la atención de emergencias obstétricas, subrayando la necesidad de fortalecer tanto los recursos humanos como las políticas de salud para mejorar los resultados en salud materna.

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